Si es lo que debe ser,
que sea por cuarteto nocturno,
adagio sostenido culminado en coda perfecta.
Que la ley desordenada del pensamiento
no albergue temorosas disonancias
y lo que es y el debe no rompan su cadencia,
inventando sortilegios donde antes era armonía.
Si es lo que debe ser,
que la condena no haga perder la dignidad
y permita destilar la esencia de la realidad,
pues la verdad es a veces intromisión,
otras tantas banalización de la esperanza,
muchas veces constructo exacerbado
de futiles opiniones sin apenas contrastar.
Si es lo que debe ser,
que no nos vendan al mejor postor,
que no nos traten como inocentes soñadores,
vendiendo perspectivas basadas en la arrogancia,
disfrazando en la marea del tiempo la ignorancia
con vaivenes superfluos e instintos de lo mundano.
Si es lo que debe ser,
que los profetas del pueblo callen su boca,
górgolas difamadoras del templo,
adalides de su justicia,
conversadores de la verdad irrefutable
que crean microrrelatos llenos de odio,
furias que convierten en oraciones sus palabras.
Si es lo que debe ser,
que sea ese cuarteto nocturno,
pues no es más grande el que más grita,
sino el que pone a bailar su alma.
Bravo.
Bravo